Planteamiento: (en menos de 500 palabras)
La trayectoria vital de muchas personas, en nuestro contexto social, pasa por etapas (no necesariamente en este orden temporal) como:
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Enamoramiento;
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Vida en pareja (con o sin convivencia);
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Búsqueda de otra persona, o de otras personas, oB
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Disfrute de la vida sin compromisos.
En un momento dado, cualquiera podría identificarse como viviendo una de esas "fases". Y cada una tiene aspectos de gran plenitud vital y también elementos complejos, verdaderos retos que pueden llevar a la superación, por un lado, o a trances de mucho sufrimiento, por otro:
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En procesos de enamoramiento se producen a veces desequilibrios entre intensidades y ritmos;
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En situaciones de pareja, sentimientos asociados a la rutina, la falta de estímulo o también deseo o fascinación por otras personas;
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En etapas de búsqueda, frustración o decepciones, y
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En fases de disfrute sin compromiso, tendencia al individualismo emocional y a una cierta sensación de vacío.
El modelo sexo-afectivo hegemónico: patriarcal, normativo y dogmático, el que nos han inoculado sin siquiera espacio para la rebeldía, al ser subliminal e inmersiva la vía de transmisión, refuerza extraordinariamente el establecimiento nítido de estas situaciones y perpetúa la esquematización de estos periodos, impidiendo que la vida fluya sin detenerse, sin embalsarse en dique tras dique, vado tras vado y represa tras represa. Se produce una repetición cíclica de esquemas, una mecánica de consumo emocional, de cosificación de los seres amados y de sustitución de unos -agotados- por otros -nuevos- de recambio de una experiencia no sostenible por la siguiente, en una dinámica que se prolonga sin aparentes vías de escape.
Partiendo de cualquiera de estas cotas, los modelos, contramodelos o "sinmodelos" alternativos que recogemos en este arsenal de armamento afectivo, permiten definir una trayectoria menos normativa, menos predecible, más integradora y también plagada de retos, pero de otro tipo: no retos limitantes o represivos, sino retos de comunicación, de crecimiento personal y colectivo, y de examen crítico del patrón dominante, no escogido libre y reflexivamente, sino impuesto por una construcción cultural al servicio de moldes patriarcales, religiosos y socio-económicos seculares y opresivos.
En resumen, pretendemos recopilar aquí referentes, muchos propuestos recientemente, que pueden permitir:
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A personas en etapas de búsqueda o de enamoramiento, disponer de recursos contra la sensación de escasez afectiva que puede llevar a la dependencia;
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A otras, en situación de pareja estable, establecer acuerdos y desarrollar herramientas que les permitan vivir una realidad plena, de libertad real y sin culpa;
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A aquellas en situación de diversidad sexo-afectiva sin compromisos, transitar caminos que las lleven a olvidar la necesidad de barreras y límites emocionales artificiales;
y a todas, de materiales transformadores que les faciliten disfrutar de toda la intensidad que la vida nos brinda si no la amordazamos.
Las relaciones son política y por tanto si no las hacemos, nos las dan hechas. El esquema hegemónico no es sólo castrante a nivel personal. No es una suma de anécdotas vitales, es un sistema de pensamiento asentado sobre el patriarcado capitalista. La visión crítica del sistema es fundamental para definir un camino de libertad individual y colectiva.